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viernes, 20 de diciembre de 2019

Reseñas de domingo II: el regreso

¡Hola, amiguitos! Debido al éxito obtenido con la primera entrega, aquí estamos de nuevo con otra recopilación de Reseñas de Domingo, publicadas en Facebook, al igual que el año pasado. Como la vez anterior, se trata de breves críticas a películas de terror, suspenso, misterio, ciencia ficción, etc. de las décadas de los 70, 80 y 90 (y como siempre, alguna que otra más actual). Se publican aquí en el orden en que fueron apareciendo en Facebook, sin ningún otro criterio ordinal. Ahora podremos comprobar de primera mano si realmente es cierto eso de que segundas partes nunca fueron buenas. Como siempre, recomiendo darles un vistazo a estas joyas del séptimo arte. Por supuesto la calidad fluctúa, pero a su manera todas valen la pena.


Sin más preámbulos, aquí están:


MANIAC (1980) - Clásico de culto de la década de los ochenta, dirigido por el gran William Lustig (Maniac Cop, 1988) y protagonizado por un gran Joe Spinell, también autor del guión. Estamos ante un slasher estilizado, cuasi artístico, si cabe el término, que supone un cambio de enfoque en el subgénero: en lugar de poner el foco en las víctimas (cuándo no, hermosas mujeres jóvenes), se pone en el asesino, en sus tormentos, sus traumas de la infancia y demonios personales, contra los que intenta luchar de forma infructuosa. No voy a decir que llegue a generar empatía, porque no es así, pero sí cierta extraña forma de lástima.  Como corolario, cabe mencionar los excelentes efectos sangrientos del maestro Tom Savini (quien hace un breve cameo para perder la cabeza). Muy recomendable.

LUTHER THE GEEK (1990) - Atípica y deliciosa cinta, mezcla de horror freak y home invasion rural, producida por la mítica Troma Films. Miedo, asco y repulsión a partes iguales, todo aderezado con un toque de humor negro. Casi tan salvaje, desquiciada y enfermiza como La Masacre de Texas, de Tobe Hoper. No deja de entretener ni un segundo, ni deja pollo con cabeza (literalmente). Para fanáticos del horror bizarro, un plato que se come mejor crudo.

KRAA! THE SEA MONSTER (1998) - Divertidísimo mediometraje de serie B que recuerda a Power Rangers y Godzilla, con un kaiju gigante que se dedica a destruir maquetas de ciudades (muy bien logradas, por cierto, pero evidentemente maquetas al fin y al cabo), un extraterrestre con acento italiano que ayuda a los buenos, cadetes espaciales en una estación a años luz de la Tierra, un científico motorista, la dueña de una cafetería y un señor de la guerra intergaláctico que haría palidecer al mismísimo Thanos. Todo esto y mucho más se combina en esta desopilante producción de Monster Island Entertainment (subsidiaria, nada menos, que de la inefable Full Moon) que se disfruta a cada minuto. Lo único malo es que dura apenas 69 minutos, pero cada uno de ellos vale oro.

TERRORVISION (1987) - Divertida y estrafalaria comedia de terror dirigida por el gran Ted Nicolaou (Subespecies), protagonizada por una excéntrica familia y un monstruo extraterrestre tan viscoso como hambriento que llega a través de una antena parabólica y literalmente salta de la pantalla del televisor. Unos cuantos guiños cinéfilos condimentan la alocada puesta en escena (atención a Medusa, la presentadora de películas de terror en la televisión, una clara alegoría de la mítica Elvira). Quizá la película sea una metáfora sobre la telebasura, quizá no, pero lo cierto es que no desaprovecha ni un minuto. Muy entretenida y con unos efectos especiales muy bien logrados.

CARNOSAUR (1993) - Aquí lo tenemos, damas y caballeros, en todo su esplendor: el mockbuster definitivo. Clasicazo de la serie B producido por Roger Corman, que apareció exactamente el mismo año que Jurassic Park (1993) para subirse al carro de la dinomanía y "robarle" algunos centavos a la mega producción de Spielberg. Cine cutre del mejor, con el nivel de ridiculez al máximo: no hay un solo personaje que se pueda tomar en serio, el guión es una chorrada en toda regla, los diálogos son absurdamente risibles, la iluminación de los escenarios es escasa (quizá para ocultar la falta de recursos), los efectos especiales de juguetearía, aunque, todo hay que decirlo, el muñeco-dinosaurio no está tan mal hecho como cabría esperar. En otras palabras: todo un banquete. Imperdible.

MANHATTAN BABY (1982) - Otro botón de muestra del horror sobrenatural ochentero de Lucio Fulci. Una antigua maldición egipcia y la isla de Manhattan se dan la mano para traernos un festival de alucinaciones pesadillescas, algunas mejor logradas que otras, niños poseídos y fenómenos paranormales al mejor estilo Poltergeist. Como suele ocurrir con estas producciones italianas, el guión tiene altibajos, aunque en esta ocasión logra mantener cierta regularidad. Efectos especiales competentes y una dirección correcta logran mantener la película a flote de forma relativamente indemne. No es disfrutablemente disparatada como Aquella Casa Junto al Cementerio, pero vale la pena verla.

BASKET CASE (1982) - Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera. Sobre todo porque, si son desunidos, se desatará el infierno. Mítica joya de serie B que ahonda en la enfermiza relación entre un hombre y su "hermano" y su implacable búsqueda de venganza, y lleva el género de gemelo bueno - gemelo malvado a otro nivel. Belial (el hermano malvado que vive en la canasta) pone los pelos de punta (en especial sus espantosos gritos) y la película no escatima en sangre. Algunos efectos no han envejecido del todo bien, pero eso no hace más que agregarle otro condimento especial a este tour de force de deformidad y violencia. Muy interesante.

STREET TRASH (1987) - Joya indiscutible de la serie B, que llevó al cine trash a otro nivel y no solo por su título. Gamberrada de tomo y lomo con guion virtualmente inexistente, pero rebosante de basura, suciedad, marginalidad, derretimientos y explosiones corporales. Casi que la fetidez se puede sentir a través de la pantalla, tanto como su falta de pretensiones y su clara inclinación desfachatada. Extraña, repelente, perturbadora, tediosa por momentos, bizarra, asquerosa y muy recomendable.

YOUNG BRAVES OF GAMERA (2006) - Gamera, la tortuga gigante, kaiju que Daiei creó para competir con el Godzilla de Toho, ha tenido un sinfín de aventuras desde los años sesenta. Sus mejores películas, son, sin dudas (al menos para mí) la trilogía que salió a mediados de los noventa (Gamera: el guardián del Universo [1995], Gamera 2: el ataque de Legion [1996], Gamera 3: el despertar de Iris [1999]). Esta entrega de 2006 que nos convoca hoy, no es lo mejor que se ha hecho sobre este simpático kaiju volador, pero de todos modos cumple medianamente las expectativas en cuanto a entretenimiento. Los efectos especiales son irregulares, pero como siempre, el monstruo en sí está muy bien logrado. La película tiene un enfoque más infantil que sus predecesoras (el protagonista es un niño) y hay toques de humor casi caricaturescos que no terminan de encajar del todo. De todas maneras, no faltan las consabidas batallas épicas entre Gamera y el kaiju malvado de turno (esta vez un lagarto llamado Zedus) y la inevitable destrucción de unos cuantos edificios. Interesante aunque no especialmente memorable.

BRAINSTORM (1983) - Curioso y virtualmente desconocido thriller de ciencia ficción protagonizado por un joven Christopher Walken. De tranco lento, exige bastante paciencia del espectador, aunque repunta hacia el final. Efectos especiales esmerados aunque modestos, correcto trabajo de cámara. El guión hubiera requerido más trabajo y pulido. Dentro de todo, interesante, como mera curiosidad.

TERROR TRAIN (1980) - La magnífica Jamie Lee Curtis protagoniza este slasher adolescente que es como Prom Night (1980) arriba de un tren. La venganza de un alumno marginado se convertirá en un sangriento juego del gato y el ratón, donde las víctimas irán cayendo una a una al mejor estilo Diez Negritos. Correcta, bien dirigida, logra mantener el interés y la intriga durante todo el metraje, aunque el final resulte un poco rebuscado. Como curiosidad, mencionar la participación especial nada menos que del mago David Copperfield. Recomendable

SPECTRES (1987) - Regresamos al terror italiano, esta vez de la mano del director Marcello Avalone, que nos trae esta historia sobrenatural plagada de espíritus malignos. A la altura de Manhattan Baby en cuanto a sustos y puesta en escena. La actuación del gran Donald Pleasence la salva de la mediocridad. Pide paciencia al espectador pero se puede disfrutar.

GRAVE SECRETS (1989) - Interesante historia de fantasmas vengativos, pasados tormentosos y secretos enterrados. Modesta en cuanto a efectos y puesta en escena, pero competente en mantener la tensión y la intriga; demuestra que no se necesitan grandes recursos para contar una historia aterradora. Puede volverse algo lenta en algunos puntos, pero la espera vale la pena. Bien dirigida y dignamente actuada.

THE GRUDGE 3 (2009) - Floja tercera entrega de la saga americanizada de The Grudge de Takashi Shimizu. Sin duda la peor de las tres. Personajes poco interesantes, sustos pobres, dirección plana, casi de telefilm, efectos poco llamativos, guión poco trabajado, supone un bajón muy importante en el género y es la evidencia de que una franquicia no se puede exprimir más allá de sus posibilidades. Parece la típica película mediocre destinada a acumular polvo en la estantería del videoclub, aunque dentro de todo, no es un absoluto desastre. Regular para abajo.

PRIMAL RAGE (1988) - Coproducción italoamericana sobre experimentos aberrantes y contagios mortales en una universidad. La película discurre con cierto interés aunque tarda un poco en entrar en el juego. El guión, escrito por Umberto Lenzi, es un poco disperso (cosa que suele ocurrir en este tipo de producciones) y el interés se pierde por momentos. Los efectos de maquillaje ponen en evidencia la escasez de presupuesto. Dentro de todo es una entretenida curiosidad.

THE QUIET EARTH (1985) - Realización neozelandesa que recuerda bastante a El Último Hombre Sobre La Tierra (1964), pero sin vampiros, ni zombis, ni nada parecido. El misterio se diluye en una trama lenta y poco clara que mantiene el interés esporádicamente. No es una maravilla y se nota que bebe de muchas realizaciones anteriores (y mejores), pero dentro de todo no es un desastre. Se deja ver.

LA CASA SPERDUTA NEL PARCO (1980) - El mítico y polémico Ruggero Deodato nos trae otra pieza de horror brutal protagonizada por David Hess, quien encarna casi el mismo papel de sádico asesino y violador que interpretara en la ópera prima de Wes Craven, La Última Casa a la Izquierda (1972).  Hasta los títulos se parecen bastante y es obvio de donde obtuvieron los guionistas su inspiración. La película discurre con algo de lentitud al principio, para terminar en un clímax tan sangriento como increíble; de todas maneras no deja de ser incómoda, perturbadora y enervante, como todas las obras de Deodato. No apta para espectadores sensibles.

LA CASA DELL'ORCO (1988) - El gran Lamberto Bava nos trae esta historia de Escritora-de-éxito-que-se-muda-a-castillo-embrujado-para-escribir-su-nueva-novela que discurre con cierto interés durante casi todo el metraje. Por momentos recuerda bastante al cuento El Intruso, de H. P. Lovecraft (que a su vez sirvió de inspiración para Castle Freak de Stuart Gordon), ya que un habitante tan indeseable como malvado habita también el castillo. La ambientación está muy bien lograda, el castillo es magnífico y estremecedor.  Dirección solvente, pero un guión que se tambalea a veces. Interesante.

DEADLY DREAMS (1988) - Pequeña producción independiente donde el miedo hace que la frontera entre lo real y lo que es producto de la imaginación se desdibuje. El protagonista, atormentado por traumas de su niñez y pesadillas, se ve envuelto en una trama espeluznante que lo llevará al borde de la locura. Lejos de ser una obra maestra, es una historia llamativa que merece la pena.

MURDER BY PHONE (BELLS) (1981) - Interesante producción canadiense, en la que el teléfono se convertirá en un arma mortal y no estamos hablando precisamente de la era de los smartphones. Intriga y suspenso más que horror explícito, efectos especiales estrambóticos, música estremecedora. La sorpresa final se ve venir, pero la película logra que nos mantengamos al borde del asiento durante casi todo el metraje. Recomendable.

CHOPPING MALL (1986) - Descacharrante tontería producida por Roger Corman y dirigida por Jim Wynorski que haría que Terminator se muriera de envidia. El asunto de los robots asesinos que se vuelven contra los humanos siempre ha dado mucho juego en el cine de horror y esta no es la excepción. Pese a lo sencillo de su premisa (a fin de cuentas no es más que el típico slasher adolescente, solo que con robots en lugar de asesino enmascarado), logra entretener dentro de lo razonable. Los robotitos locos están muy bien logrados para ser una producción de bajo presupuesto. Lo que tiene de cutre lo tiene de encantadora.

BODY BAGS (1993) - Divertido telefilm de tres episodios dirigidos nada menos que por los maestros John Carpenter y Tobe Hooper. Tres historias diferentes y de distinta calidad, pero muy entretenidas, presentadas por un descacharrante John Carpenter en el papel de anfitrión cadavérico al mejor estilo Cuentos de la Cripta. Rebosante de humor negro y desparpajo, cuenta con un reparto de lujo (Stacey Keach, Mark Hamill) y unos cuantos cameos de famosos del mundillo del terror (Wes Craven, entre ellos). Es una lástima que no se hayan hecho más capítulos, porque se nota que todos los involucrados se la pasaron en grande. Muy recomendable.

MS .45 (1981) - El mítico y controvertido Abel Ferrara nos trae este brutal thriller de venganza femenina ambientado en una ciudad de Nueva York decadente, depravada y violenta. La hermosa Zoë, tras ser brutalmente ultrajada, se convierte en un silencioso ángel vengador que sale a repartir justicia a tiro limpio con su .45, eliminando a proxenetas, violadores y acosadores callejeros sin miramiento alguno. Película imperfecta pero fuerte, no apta para espectadores sensibles. No dejará indiferente a nadie.

HOSPITAL MASSACRE (1981) - Interesante, que no brillante, slasher ambientado en un hospital. La hermosa protagonista se verá acosada por un brutal psicópata que hará lo imposible para que jamás abandone el nosocomio. El guión logra mantener el interés durante casi todo el metraje, aunque hay alguna que otra escena de relleno que no sirve más que para alargar el filme, que quizá hubiese quedado mejor como corto de media hora. De todas maneras, se llega a disfrutar.

THE BRAIN (1988) - Divertido ejemplar de serie B que logra ser tan absurdo como aterrador. La calidad de los efectos especiales fluctúa, pero el cerebro extraterrestre malvado tiene una cara que da mucha grima, casi tanta como Belial en Basket Case. Lo mejor de todo, sin dudas, es la advertencia que aparece al final, diciéndonos que jugar con sodio puro puede ser muy peligroso. Recomendable.

THE BURNING (1981) - Slasher ochentero modélico, heredero directo de Viernes 13 (a veces parece casi un plagio descarado) que cumple al pie de la letra con todos los clichés del género: jóvenes excitados rebosantes de hormonas en un campamento de verano, cabañas, lago, canoas, y un brutal asesino monstruoso sediento de venganza que los irá cazando uno a uno. La película no es tan sangrienta como cabría esperar, pero tiene un par de muertes interesantes (atención a la masacre múltiple en la canoa) y personajes lo suficientemente odiosos como para que deseemos que el asesino los elimine de una vez. Divertida.

GROTESQUE (1988) - Curioso y extravagante home invasion protagonizado por nada menos que la genial Linda Blair. Cabaña en el bosque, familia amorosa y una pandilla de violentos punks que deciden hacerle una visita (atención al líder de la pandilla, el "actor" más exagerado de la historia del cine). El film es como una caja de sorpresas sin fin; cuando parece que va a caer en lo obvio, termina sacando un nuevo truco de la galera. El final es absolutamente desquiciado y sin dudas, dará que hablar. Imperdible.

THE TOOLBOX MURDERS (1978) - Extraña película de explotación setentista que empieza con cierto interés para luego irse diluyendo y perdiéndose en su propia trama. Lo que empieza como un slasher con potencial se termina convirtiendo en un desvarío soporífero que  ni siquiera sabe cumplir con la premisa de su título. Para colmo, la película trata de justificar su propia incompetencia queriendo hacernos creer que todo se basa en una "historia real". Todo demasiado incongruente y poco interesante. Hubo una remake en 2004 dirigida por Tobe Hooper que, increíblemente, es más llamativa que la original. Válida únicamente como mera curiosidad.

PUPPET MASTER 4: THE DEMON (1993) - Desopilante cuarta entrega de la mítica saga Puppet Master. En esta ocasión los muñecos "colaboran" con los seres humanos para combatir a un enemigo en común: un brutal demonio del Inframundo. Es una de las películas más "excéntricas" de la serie (si cabe), pero no por eso deja de ser entretenida, sobre todo al estar aderezada con una buena dosis de humor negro y autoconsciente. Como siempre, la animación de las marionetas está muy bien lograda y es un placer ver efectos tan bien realizados. Disfrutable.

FINAL EXAM (1981) - Interesante slasher ochentero ambientado en una universidad donde un puñado de estudiantes harán las veces de carne de cañón para un despiadado y misterioso asesino en serie que en esta ocasión no utiliza máscara, siendo las sombras de la noche las que ocultan su rostro. La película discurre con cierto interés, aunque durante gran parte del film parece no ocurrir nada, cumpliendo, eso sí, todos los estándares del género al pie de la letra, aunque al final quedan unas cuántas preguntas sin respuesta y puede dejar sabor a poco. Hay algún error técnico (el boom mic se deja ver en alguna escena, cosa bastante común en las películas de bajo presupuesto de los 80s), pero en general la dirección es competente. Está varios escalones más abajo que Viernes 13 o Halloween, pero se deja ver. Pasable.

CREEPOZOIDES (1987) - Hilarante producto de serie B ochentera, mezcla de Alien y La Cosa, dirigido por el maestro David DeCoteau, que no pierde el tiempo con pretensiones ni trata de demostrar ser algo que no es. Actuaciones paupérrimas, efectos especiales a veces correctos (el monstruo principal está bien logrado) otras veces graciosamente cutres (atención a la rata mutante de peluche), escasez de recursos y un guión risible y ridículo (los diálogos con jerga científica usada de la forma más descarada) harán las delicias de los fans del género. Recomendable para poner el cerebro en OFF y echarse unas buenas risas.

HOUSE OF THE DEAD (2003) - El inefable y controvertido Uwe Boll, director alemán conocido por sus pésimas adaptaciones cinematográficas de videojuegos (y por retar a peleas de boxeo a sus críticos), nos trajo en 2003 esta "joya" basada en el popular arcade matazombis de Sega. Lo de basada es un decir, porque, como suele ocurrir con las producciones de Boll, la película tiene poco y nada que ver con el material original. Nefasta dirección videoclipera, peor edición, guión insostenible y estúpido y actuaciones hilarantemente malas son los principales ingredientes de esta descerebrada correría de serie Z que consagró a Boll como uno de los peores directores de la era moderna... y por ende, como un director de culto.  La pregunta que se impone es: ¿llega a la categoría de «Es Tan Mala Que Es Buena»? La respuesta es sí y no. Es mala por donde se la mire, sin dudas, pero no aburre ni un segundo, con lo que podríamos decir que alcanza tan ansiada categoría. Por otro lado, detrás de todo lo cutre y barata que es, hay una idea que, en manos de otro director (y de otro guionista y de otro editor), podría haber sido una gran película de zombis, pero que se queda en una soberana tontería que para algunos espectadores puede resultar hasta insultante. Como sea, el caso es que se trata de un engendro dentro del horror moderno, y, en especial, dentro de la filmografía de Boll, que vale la pena ver y que no dejará indiferente a nadie.

EVIL ED (1995) -  Divertida travesura Sueca que intenta homenajear a clásicos del gore como Evil Dead (de ahí un título tan parecido), Brain Dead, The Shining, etc. El guión es algo torpe, pero las actuaciones, (en especial la del protagonista, totalmente pasada de rosca), y los efectos gore hacen que la película sea muy llevadera. Absurda, grotesca y retorcida, aunque irregular, no está a la altura de comedias de terror como las ya mencionadas Evil Dead o Brain Dead, pero es un esfuerzo muy loable del escandinavo Anders Jacobsson Recomendable.

MIDNIGHT (1982) - John A. Russo (co guionista y gran colaborador de George A. Romero), nos trajo en 1982 esta cinta de serie B, basada en su propia novela, que parece una mezcla de La Masacre de Texas y La Última Casa a la Izquierda con toques satánicos. La película va de lo escabroso a lo aburrido y de vuelta a lo escabroso en una narración irregular y algo torpe gracias a una dirección tosca y un guión que pierde fuelle por momentos, presentando a toda una gama de personajes tan variopintos como estrafalarios. La escasez tanto de presupuesto como de recursos técnicos es evidente. La banda sonora, compuesta por una única canción se vuelve repetitiva en poco tiempo y puede llegar a hacer perder la paciencia al espectador.  Lo mejor, sin dudas, el final y algunos efectos especiales sangrientos del maestro Tom Savini. Ofrece todo lo que uno puede esperar de una película de explotación de bajísimo presupuesto de principios de los ochenta. Medianamente pasable.

CELLAR DWELLER (1988) - Curiosa película que empieza con sumo interés, pero que lamentablemente se va desinflando a medida que avanza. Su corta duración hace que todo se resuelva de manera demasiado apresurada y torpe y termina dejando sabor a poco. Más cerca del capítulo de una serie como Cuentos de la Cripta que de un largometraje. Lo mejor sin duda, el gran Jeffrey Combs y los dibujos que se ven durante toda la película. No es un desastre pero es una idea con mucho potencial no del todo aprovechado, que daba para mucho más.

NEON MANIACS (1986) - Extraño film de serie B que tiene un montón de ideas interesantes pero que, lamentablemente, no llega a desarrollar ninguna. Al final quedan tantas preguntas sin respuesta que la película pierde el poco sentido que podría haber tenido. Todo se reduce a un slasher al uso, solo que en lugar de un solo asesino, tenemos nada menos que doce, cada cual más extraño.  La pandilla de mutantes que acecha adolescentes parece salida de una línea de juguetes de poco éxito de la época y al guion le pasa lo mismo que al de Escuadrón Suicida: mete un montón de personajes en la historia y luego no sabe qué hacer con ellos. Final demasiado abrupto, da la sensación de que es una película a medio hacer. De todas maneras no es aburrida, es muy colorida, MUY ochentosa (esos peinados, esa ropa, esos adolescentes de casi 30, esa música) y la dirección es correcta. Ideal para no pensar demasiado, dejarse llevar y no hacer preguntas.

NIGHT OF THE COMET (1984) - Pequeña joya deliciosamente ochentera, que se disfruta de principio a fin, sobre todo gracias a sus encantadoras protagonistas. Sin caer en excesos (no hay litros y litros de sangre, tripas ni monstruos horrendos), logra mantener el interés aunque se haga algo lenta en algunas partes. Modesta pero interesante, tal vez el guion daba para más, pero, como mencioné al principio, las protagonistas, pura simpatía y encanto, hacen que la película sea realmente disfrutable. Hay suspenso, tensión, intriga, drama, humor... todo mezclado en un cóctel muy sabroso sazonado con música de la época. Imperdible.

PROTEUS (1995) - Curiosa mezcla de La Cosa y Alien que va de menos a más. Durante la primera mitad del filme el ritmo es algo lento, pero luego acelera, quizá demasiado, para terminar en un final totalmente trepidante. La escasez de recursos que se nota desde el primer minuto, queda bastante disimulada en el último cuarto de hora; está claro que se guardaron lo mejor para el final. Tal vez el error más grave de la película sea que no logra crear ningún personaje medianamente agradable. El elenco protagonista va de lo insípido a lo detestable y es imposible generar empatía con ninguno de ellos, por no mencionar que el guion no brilla precisamente por su originalidad. Pese a todo, logra mantener el interés, aunque de forma irregular. Pasable.

BAD TASTE (1987) - Divertida gamberrada de Peter Jackson, ópera prima hecha con más ganas que dinero, que, obviamente no está a la altura de la fantástica Braindead (1992), pero aún así cumple con creces su cometido: entretener al personal con una historia totalmente absurda, ridícula, estrambótica y caricaturesca. El escasísismo presupuesto es más que evidente, pero todo está resuelto de manera muy competente (en líneas generales), dejando claro que cuando se pone amor y dedicación en lo que se hace, las limitaciones económicas no son un gran impedimento. Film de culto imprescindible para los amantes del género. Una auténtica obra de arte.