Powered By Blogger

Bienvenidos

Aquí encontrarán contenido muy variado: desde cuentos debidamente ficcionalizados a análisis y soluciones de videojuegos, pasando por otras categorías indefinidas que podrán ser analizadas por los lectores mientras las estén procesando.

Búscame (si puedes)

lunes, 1 de febrero de 2021

Breve reseña de En Costas Extrañas


¡Hola, amiguitos!

Aquí estamos de nuevo con otra breve reseña literaria. En esta ocasión, se trata de la famosa novela de aventuras de Tim Powers, En Costas Extrañas, publicada en 1987.

Hacía años que quería leerla, pero por alguna razón, siempre la dejaba pendiente y nunca la empezaba. Hasta que por fin decidí hacerlo a principios de enero, aprovechándola como lectura de verano. Y tengo que decir que fue una buena elección. Y que no entiendo por qué no la empecé antes, sobre todo teniendo en cuenta que es una novela que despertó mi curiosidad hace mucho tiempo, cuando me enteré de que había servido de inspiración a Ron Gilbert para crear el mítico y amado Monkey Island. También se usó (muy ligeramente) como base para la cuarta película de la saga Piratas del Caribe: En Aguas Misteriosas, pero esa es harina de otro costal.

Como sea, el caso es que el tema de los piratas siempre me resultó interesante, pero siempre lo consumí por otros medios: videojuegos y películas, más que nada. Esta es la primera novela del tema que leo y lo primero que tengo que decir es que no es lo que me esperaba… y no lo digo como algo malo. Casi que esperaba encontrarme con el típico relato de aventuras ambientadas en altamar con bucaneros, piratas de pata de palo, parche en el ojo y loro en el hombro, interminables duelos con espadas, prisioneros caminando por la plancha, mapas del tesoro y demás. Y lo cierto es que hay algunos de esos elementos en esta novela, por supuesto, pero no sigue los caminos narrativos habituales del género que uno esperaría.

Para empezar, se trata de un relato mágico. Casi me atrevería a decir que es un cuento de magos, hechiceros y brujería ambientado en la época de los piratas. Por lo tanto, quizá exija un poco más de suspensión de la incredulidad (interesante concepto) por parte del lector de lo que este esperaría al empezar. Y no, no se trata de un relato “infantil” o “para niños”. No es Harry Potter. Todo lo contrario. A pesar de los hechizos, todo está tratado de manera adulta. Incluso la magia. Hay sangre, muertos (muchos de ellos vivientes), locura extrema, delirios, violencia... No se trata de una novela explícita o que toque temas escabrosos de manera morbosa, ni mucho menos, pero tampoco es precisamente inocente. Hay unos cuantos ingredientes de terror a lo largo de la historia que la vuelven bastante más interesante.

Lo más llamativo es como Powers utiliza a personajes históricos reales (especialmente al legendario pirata Edward Thatch, mundialmente conocido como Barbanegra), insertándolos en la historia de manera convincente, mezclándolos con los personajes de ficción. Y hablando de ellos, es hora de hacer una breve sinopsis.

Esta es la historia de John Chandagnac, joven titiritero inglés, hijo de otro titiritero, que viaja al Caribe, a bordo del Clamoroso Carmichael, para localizar a su tío Sebastián, afincado en Haití. El tío de John ha estafado a su hermano, privándolo de una cuantiosa fortuna y obligándolo a vivir y morir en la miseria. En el barco, John conoce a una hermosa joven, Elizabet Hurwood, que viaja junto a su padre, Benjamin, un anciano profesor antes respetable pero ahora sumido en la locura desde la muerte de su mujer, y su médico personal, el extraño y desagradable Leo Friend. Durante el viaje son abordados repentinamente por el capitán pirata Philip Davies, quien se apodera del barco y lo lleva a la isla de Nueva Providencia, la guarida favorita de los piratas en el Caribe. Durante la toma del Charmichel, en medio de la refriega, John hiere al capitán Davies y este lo toma como “prisionero”, obligándolo a ayudar en la reparación del barco y convirtiéndolo en el cocinero oficial de los piratas. John también averigua que todo forma parte del siniestro plan del padre de Elizabeth, que ha hecho un trato con el temible Barbanegra, obsesionado con encontrar la fuente de la eterna juventud. Hurwood, manco, y que viaja a todas partes con la cabeza disecada de su mujer en una caja, se propone utilizar a su hija en un escalofriante hechizo vudú para que el espíritu de su amada ocupe el cuerpo de la muchacha. John Chandagnac, ahora conocido como Jack Shandy, convertido en pirata contra su voluntad, no descansará hasta detener al desquiciado anciano y salvar a Elizabeth de su diabólico plan, en un viaje fascinante y a la vez aterrador por el Caribe, plagado de hechicería, combates de magia, muertos vivientes, sangre y más sangre.

La historia engancha desde el principio (en el prólogo veremos a Hurwood realizando un hechizo vudú para localizar el espíritu de su mujer) y Powers narra la aventura puntuándola con varios flashbacks, que nos explican brevemente el pasado de los personajes principales y cómo llegaron a ser lo que son en el “presente”, aunque quizá pueda volverse confusa en algunos puntos. Lo que más se echa en falta es un poco de desarrollo en las motivaciones principales de los personajes y sus relaciones. Sobre todo en la relación entre Jack (John) y Elizabeth (Beth). De hecho, Beth es uno de los personajes más planos de la novela. No pasa de ser la típica damisela en apuros necesitada de un príncipe azul (o en este caso, pirata azul) que la rescate (aspecto que choca bastante en los tiempos que corren en la actualidad), aunque siendo honesto, no es algo fuera de lo común en este tipo de relato de aventuras.

De todas maneras, Powers es un narrador lo suficientemente competente como para lograr que la historia resulte interesante y hasta convincente. No hay dudas de que se documentó muy bien en los diversos temas que componen la novela y la ambientación del Caribe del siglo XVIII y sus habitantes. Sobre todo en cuanto a la magia vudú, practicada por los bokor y traída desde África Occidental, el funcionamiento de los hechizos, los loas, la importancia capital de la sangre y el hierro para realizar la magia, etc. También están muy bien detallados los barcos a vela y su funcionamiento, aspecto no menor tratándose de una novela de piratas. Recomiendo que si uno no es muy versado en temas náuticos (como es mi caso), le eche una ojeada al esquema de un barco velero y sus partes porque de lo contrario podrá tener problemas para reconocer el bauprés, las jarcias, la vela cangreja, la regala, el castillo de popa, las cuadernas, etc. Fue algo que me ocurrió hace poco, cando leí El Asedio, novela histórica de Arturo Pérez-Reverte: tuve que consultar la Wikipedia varias veces, porque no sabía qué era cada cosa y me perdía cuando los personajes se movían por el barco. Por suerte para En Costas Extrañas, ya estaba preparado.

Ahora voy a hablar un poco del final, y es posible que se cuelen detalles importantes, así que a partir de ahora, alerta de spoiler.

Como suele pasar con este tipo de narraciones, el final me pareció demasiado apresurado. Todo se resuelve de manera quizá demasiado rápida y escueta. Shandy logra rescatar a su amada Beth, que ahora está recluida en la mansión del malvado tío de Jack en Jamaica, ya que el hombre trabaja para Hurwood (se conocieron cuando Hurwood se convirtió en el misterioso pirata Ulises Segundo y Sebastián aún vivía en Haití, donde comenzaron a hacer turbios negocios juntos) y será el encargado de llevar a cabo el ritual final para que el espíritu de la difunta esposa de Hurwood ocupe el cuerpo de su hija. Jack se enfrenta a Sebastián (ahora conocido como Joshua Hicks) irrumpiendo en la mansión en medio de la fiesta de Navidad que el dueño de casa estaba celebrando. El problema es que elimina a Sebastián prácticamente de un plumazo. Después de todo lo que Jack pasó y partiendo de la base de que su plan original cuando abordó el Carmichael era enfrentar a su tío por haber arruinado a su padre, el conflicto final entre ambos carece de tensión. Jack lo despacha como si fuera otro de los piratas no muertos con los que se enfrentó a lo largo de la aventura. En la mansión también se enfrenta a otro misterioso personaje, conocido como Edmund Morcilla, que ha llegado como invitado a la fiesta de Sebastián. Morcilla también va tras Elizabeth, pero Jack lo elimina de una estocada, rescata a Elizabeth y ambos escapan por la ventana de su habitación. Cruzan la selva durante horas, hasta llegar a un muelle donde vuelven a encontrarse con Morcilla… Que en realidad no es otro que Barbanegra reencarnado (había sido decapitado al enfrentarse a propósito con la armada real, ya que su idea era nacer otra vez). Jack vuelve a enfrentarse a él y, a pesar de que esta pelea es un poco más elaborada, también se antoja desabrida, con sabor a poco. No pretendía una gran batalla a bordo de los barcos, con cañonazos, interminables peleas con espada, piratas zombis, explosiones y demás, pero tratándose de un enemigo tan importante, creo que se merecía un final más impresionante.

Para concluir: una novela muy entretenida en líneas generales, llena de aventura, suspenso y salpicada con un humor despiadado, en la que se echa en falta un poco más de desarrollo de personajes y un final más elaborado, pero que cuenta una historia interesante y que vale la pena leer. Recomiendo a todos que le echen una ojeada.

Muy bien, amiguitos es todo por ahora.

¡Hasta la próxima!