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sábado, 8 de febrero de 2014

Manual de superviviencia para el aventurero


¡Hola, amiguitos!

No hay nada más fascinante en el mundo de los videojuegos (creo yo) que jugar una aventura gráfica. ¿Qué puede ser superior al deleite que produce resolver un puzle, hacer que las piezas encajen y ver como la maquinaria del juego se pone en funcionamiento, haciendo que pasemos al siguiente puzle y así hasta llegar al final? Resolver un acertijo, desentrañar un misterio, encontrar la salida del laberinto; he ahí la razón para enfrascarse en una aventura (aparte de la obvia razón de entretenerse un rato, claro).

Pero por supuesto, quien haya jugado a alguna aventura al menos una vez en su vida, bien sabe que en la Aventura Gráfica no todo es color de rosa. Resolver un juego puede ser frustrante, puede incluso llegar a volverse odioso, desesperante. No es difícil perder la razón ante un puzle que se nos atasca y no sabemos cómo resolver, hasta perder las ganas de terminar la aventura.

Es por eso que en esta modesta entrada me permito dar algunos simples consejos para esos momentos de frustración, para intentar trocarla en la alegría de haber resuelto el enigma, tomando como ejemplo diversos casos con los que nos podemos topar en una aventura y cómo resolverlos.

1º) NO DES NADA POR SENTADO. A la hora de jugar una aventura, no asumas nada, no des nada por hecho. Si algo te parece que no puede ser porque es demasiado ilógico o disparatado, no te quedes sin intentarlo. A veces los creadores de aventuras gráficas incluyen puzles absolutamente ilógicos que se resuelven de la manera más extraña y poco convencional. A veces te ponen la solución a plena vista, de una manera tan obvia, que piensas que no puede ser así, que tiene que haber alguna trampa. No lo hagas. Si se te ocurre algo, pruébalo, por más obvio y evidente que sea. Y si se te ocurre que es demasiado descabellado, también. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Que mueras? Por lo general no se muere en las aventuras gráficas. Y además, siempre es bueno grabar la partida antes de intentar alguna locura.

2º) NO DEJES RINCÓN SIN EXPLORAR. Cuando estés en un escenario, sea el que sea, grande o pequeño, explóralo todo. Cada recoveco. No digo que haya que hacer caza-píxel (una de las cosas más odiosas de las aventuras), e ir moviendo el cursor milímetro a milímetro por todo el lugar, pero sí buscar hasta en los sitios más recónditos. Nunca se sabe lo que se puede encontrar en ellos. A veces es una pieza crucial para resolver un puzle y poder avanzar.

3º) HABLA DE TODO CON TODOS. Dependiendo de la aventura, los diálogos pueden ser muy importantes (tanto para obtener pistas, resolver puzles o enterarse de la historia), pueden ser un simple adorno o pueden no estar en absoluto. Si estás jugando una aventura en tercera persona, en la que hay otros personajes con los que puedes interactuar, habla con ellos de todos los temas, hasta agotar todas las opciones de diálogo que el juego te proporcione. Da lo mismo si estás hablando con un secundario importante o con el empleado de un quiosco que solamente dice dos frases, no dejes ningún diálogo suelto. Puedes enterarte de muchas cosas útiles y sobre todo tener más idea de lo que está sucediendo en el mundo del juego. Las aventuras gráficas suelen ser juegos con una narrativa muy grande. En lo personal, cuando juego una por primera vez, me gusta enterarme de todo, de qué ocurre y por qué, de las historias que los personajes tengan para contar. Jugar una aventura "siguiendo de largo", pasando de todos y haciendo solamente lo mínimo indispensable para poder avanzar hasta llegar al final no tiene mucho sentido. Al menos para mí.

4º) AGOTA TODAS LAS POSIBILIDADES DE LOS OBJETOS. Una de las bases de una aventura es ir por ahí recogiendo un montón de objetos, guardándolos en nuestro inventario, para luego usarlos con otros objetos, otros personajes o ciertos lugares del escenario, en el mismo momento en que los recogemos o más adelante. Este consejo es parecido al primero: no des nada por sentado. Si te parece que dos objetos no encajan, no importa, prueba a encajarlos igual. Incluso prueba a usarlos con los personajes con los que te cruces, dentro de ciertos límites, claro. Prueba usarlos con los "puntos calientes" del escenario. Dependiendo de la aventura, los objetos se pueden usar de la manera más disparatada, aunque claro, la lógica suele bastar en la mayoría de los casos.

5º) MIRA, TOCA, PRUEBA, USA. Haz todo lo que puedas hacer en cada escenario. Interactúa con todos los objetos, los adornos, los "puntos calientes", mira, intenta recogerlos, intenta usar objetos con ellos, habla con los animales, si es que te cruzas con alguno. No solo puede ser útil para resolver algún puzle, sino que que la experiencia de jugar una aventura sea mucho más rica. El/la protagonista puede soltar una frase ingeniosa o un chascarrillo al mirar cierto objeto. ¿Es útil para resolver el juego? Probablemente no. Pero lo hace mucho más divertido que simplemente ir resolviendo un puzle tras otro de manera maquinal. Al fin y al cabo, se supone que juegas para disfrutar y pasar un buen rato, no para despachar puzles como is fuesen tareas pendientes en una lista. En resumen: haz todo lo que puedas para que la experiencia sea lo más divertida posible. Esto hará que no te frustres tanto cuando te atasques en algún lugar.


Bien, amiguitos, espero que estos simples consejos les hayan sido de utilidad. Y espero que los alienten a no dejarse vencer por la desesperación con la que a veces debemos toparnos a la hora de jugar a una aventura.

No me queda más que desearles buena suerte, y recuerden: la recompensa es el camino. ¡El poder es suyo! Que la fuerza los acompañe.

¡Hasta la próxima!